miércoles, 20 de marzo de 2019

¿Oyes mucho hablar sobre Growth Hacking pero no tienes muy claro qué es exactamente? En este post descubrirás qué es el Growth Hacking.

¡Hooooola de nuevo! ¿Qué tal? ¿Cómo llevas la semana? ¿Todo bien? ¡Me alegro mucho! Yo bien también, mucho lío como siempre pero por fin he encontrado el momento para sentarme a escribir un post. ¡Qué ganas tenía!
Eso sí, he tenido que desconectar las notificaciones… jejeje ¿A ti también te molestan las notificaciones? ¿Cuál es la última interrupción que recuerdas en plan “tiro el móvil por la ventana”? Cuéntame en los comentarios después del post, ¿vale?
Y mientras vas pensando en qué historieta sobre notificaciones me vas a contar, vamos a meternos en materia, ¿te parece? Hoy hablamos sobre qué es el Growth Hacking, a ver si así cada vez que me pregunten a qué me dedico puedo enviarles este post cuando me pongan cara de susto (y me llevo una miajica de tráfico, jejeje, que este post tiene un poquillo de eso … y lo sabes)
Tabla de contenido

Qué es el Growth Hacking

¿Qué es eso del Growth Hacking? Me alegra que me lo preguntes… jajaja “Growth” significa “crecimiento” en inglés. Así que el Growth Hacking tiene que ver con el crecimiento de un negocio. Más concretamente, tiene que ver con cómo encontrar la manera de hackear el crecimiento de un negocio digital.
¿Hasta aquí todo muy lógico, no? Pues bien, el problema es que mucha gente se queda en la superficie del concepto. Piensan que el Growth es un conjunto de técnicas de marketing-ninja / hacks que te hacen crecer a lo loco. Así que creen que hacer Growth Hacking consiste en aplicar un hack de aquí y de allá y que con eso ya se puede hackear el crecimiento de cualquier negocio.
Pero no, no, amigüinchi…. Ojalá fuera tan fácil. El Growth Hacking es mucho más que ese hack que sale en el blog de noséquién. El Growth Hacking es en realidad una forma de trabajar, un método de trabajo, una mentalidad.

Definición de Growth Hacking

Para mí, el Growth Hacking es un proceso continuo de mejora basado en la experimentación sistemática, que persigue el crecimiento rápido y exponencial al menor coste posible.
Es un objetivo (siempre crecer) y un camino (experimentación sistemática). Pero en el camino hacia el objetivo, en cómo lo vives, en cómo lo enfocas, en tu capacidad de disfrutar, de detectar, de interpretar, de sortear, de no flaquear, de seguir, de reír, de llorar, de volar, de atajar … Ahí es donde reside la esencia de un Growth Hacker
A diferencia del marketing digital, el objetivo final del Growth Hacking siempre es el crecimiento. Por ejemplo, en el marketing digital tradicional se podría trabajar en incrementar el engagement para mejorar la marca. En cambio, si trabajásemos el engagement en Growth Hacking, siempre estaría orientado a aumentar el crecimiento final del negocio: más usuarios que paguen.
Además, el Growth Hacking es transversal: se preocupa de todo el ciclo de vida del cliente y de su experiencia, no solo de la adquisición (que suele ser el foco del marketing digital tradicional). Por eso el Growth Hacking busca crecer rápidamente tanto en la base de usuarios como en la retención de los mismos.
Y quizás ahora estés pensando… “Sí, sí… Si conseguir un crecimiento rápido y al menor coste tanto en la adquisición de usuarios como en la retención está muy bien. ¿Pero cómo narices se hace?“.
Pues ahí es donde entra el Growth Hacking, my friend. Para conseguir un crecimiento exponencial tanto en adquisición como en retención se necesita hacer muchas pruebas y experimentos para dar con la clave de crecimiento. Pero no a lo loco (si fuera a lo loco, solo sería suerte, ¿no crees?). Se necesita ese método de trabajo que es el Growth Hacking.
Así que en esencia hacer Growth Hacking consiste en aplicar un sistema de trabajo basado en analizar, idear y experimentar de forma muy rápida para volver a repetir el proceso y seguir creciendo al menor coste. ¿Pillas?
Por eso para dar con ese hack que sale en los blogs normalmente hay un growth hacker que se ha estrellado antes mil veces. O más bien un equipo de crecimiento. El Growth Hacking no es el hack, sino todo el proceso que lleva hasta ese hack.

Un poco de historia: el origen del Growth Hacking

El Growth Hacking es una disciplina bastante nueva. De hecho, el término Growth Hacking fue acuñado por Sean Ellis en el año 2010. ¿Pero cómo es que al bueno de Sean le dio por inventarse un nuevo término?
Pues bien, por aquella época Sean trabajaba como consultor para startups de tipo Software as a Service. Les ayudaba a diseñar e implementar sistemas que acelerasen su crecimiento de forma exponencial. Cogía a una startup, la ayudaba a crecer y se iba a la siguiente. Pero siempre dejando atrás a una persona que se encargara de mantener los sistemas que él había implementado.
El problema era encontrar a esa persona. No siempre había alguien que pudiera encargarse de esa tarea dentro de la propia startup, así que tenían que buscar a alguien fuera. Pero Sean pronto se dio cuenta de que no estaban buscando a una persona con un perfil convencional.
Al principio recibían curriculums de marketers que eran grandes profesionales, pero que no respondían a las necesidades de una startup en sus primeras fases. En sus inicios, una startup necesita crecer muy rápido. Y si no lo consigue, lo más probable es que muera. Además, por regla general necesita crecer con muy poco presupuesto.
Por eso necesitaban a alguien con un perfil muy particular que supiera trabajar en esas circunstancias y conseguir un crecimiento rápido. Así que Sean inventó el término “Growth Hacker” para describir el tipo de profesional que buscaban en sus ofertas de empleo. Y de ahí viene el término Growth Hacking.

El perfil de un Growth Hacker

Como ya sabes, el Growth Hacking está íntimamente ligado al mundo de la cultura startup. Esta cultura se caracteriza por la analítica, los presupuestos ajustados, la creatividad y la innovación. Y es en este contexto donde los growth hackers tratan de conseguir un crecimiento exponencial tanto en la base de clientes como en la retención de usuarios.
La siguiente pregunta que quizás te estés haciendo es: ¿pero entonces qué perfil debería tener un growth hacker para conseguir estos resultados? ¿Qué tipo de habilidades debería tener? Éstas son las que yo considero imprescindibles:

Capacidad analítica

En primer lugar, para ser growth hacker hay que tener una gran capacidad analítica. Esto significa ser capaz de procesar y organizar la información proveniente de distintas fuentes para detectar oportunidades de crecimiento y extraer conclusiones basadas en datos. Para esto quizás mi curso Hackea Google Data Studio te pueda interesar.
PD: sorry por el momento autopromo, es que estoy encaprichado de unos calcetines con pilas, ahora que hace frío… jajaj. No, en serio, el curso mola (dicen de él).

Creatividad

Por supuesto, para ser growth hacker la creatividad es tremendamente importante. Como normalmente el presupuesto con el que se trabaja es limitado, es necesario encontrar formas innovadoras de crecer rápido. Hay que ir más allá de las técnicas tradicionales que requieren mucha inversión y aprender a pensar “outside the box” .
No pienses en un pintor bohemio, ni un diseñador capaz de distinguir 16 millones de colores distintos (en tal caso, fijo que diseñadora).
Creatividad también es tener la capacidad de salirse de lo establecido, de no adoptar “lo estándar” de forma incuestionable sino también permitirse buscar soluciones transversales.
Tip: Potenciación de la creatividad
Siempre me he considerado un profesional creativo. Ya por 2013 publiqué un post titulado “Reto para potenciar tu creatividad” y en 2015 otro donde hablaba de “Cambiar algo para potenciar tu creatividad“.
¿Sabes qué creo que ha sido determinante para potenciar mi creatividad? Considerarme solo ante peligro. Siempre que me enfrento a un problema, sigo estos dos pasos: primero intento solucionarlo por mí mismo con lo que sé hasta el momento y, luego, me documento para mejorar las soluciones.

Transversalidad

Para poder analizar un proyecto de manera global, plantear hipótesis de crecimiento y diseñar experimentos reveladores, un growth hacker necesita tener un perfil multidisciplinar y transversal. Necesitará conocimientos técnicos, de analítica, de negocio, de marketing, de SEO, de programación… Cuanto más amplia sea su visión, mejor.
Eso sí, no pienses que tienes que ser lo más en todas las áreas. La experiencia te llevará a potenciar más unos conocimientos que otros, no te preocupes.
Lo importante es que tengas un campo de visión lo más amplio posible, aunque no llegues a todo “con vista de pájaro”. ¿Me sigues?

Agilidad y estrategia

Por último, otra de las habilidades que creo imprescindibles en un growth hacker es su capacidad de diseñar estrategias de crecimiento de manera ágil. En Growth Hacking buscamos acelerar el crecimiento, por lo que debemos ser capaces de diseñar e implementar estrategias de forma ágil, rápida y, a ser posible, barata.
Barato no siempre es invirtiendo lo mínimo en una herramienta u otra. Barato, para una startup, es también que se cumplan plazos, que se avance de forma ágil, que se tenga foco en lo que importa, que superen hitos… ¿entiendes ahora por qué me sentí capaz de lanzar un curso sobre productividad personal? Porque creo que es una habilidad imprescindible en un Growth Hacker.

Ejemplo de Growth Hacking

¿Qué tal? ¿Cómo lo llevas hasta aquí? ¿Se te hace largo el post? La verdad es que me he entusiasmado un poquito escribiendo, pero… ¡Pijo, es que me encanta este tema!
Llegados a este punto espero que tengas un poquito más claro qué es esto del Growth Hacking, pero seguro que un ejemplo te aclara más las ideas, ¿no? ¡Vamos a por él!

El modelo freemium de Spotify

El modelo freemium es una técnica que viene del Growth Hacking y que utilizan muchas empresas como Spotify, Metricool (acho como quiero a esta gente) o Semrush. La técnica consiste en ofrecer una versión gratuita de tu producto o servicio y una versión premium de pago. Seguro que no acabo de descubrirte nada nuevo porque este modelo está muy extendido hoy en día.
Sin embargo, a pesar de lo sencillo que pueda parecer, la dificultad reside en decidir qué funcionalidades incluir en la versión free y qué funcionalidades incluir en la versión premium. Por un lado, la versión free tiene que ser lo suficientemente atractiva como para que los usuarios decidan probarla. Por otro lado, la versión premium tiene que ofrecer una funcionalidad lo suficientemente potente como para que los usuarios paguen por ella.
¿Verdad que ya no parece tan sencillo? ¿Cómo decides qué funcionalidades incluir en cada versión?
En mi opinión esto es algo que la gente de Spotify ha hecho muy bien… A primera vista puede parecer que la gran diferencia entre su versión free y premium es la publicidad, y que eso es lo que hará que un usuario se decante por su versión free o premium. Pero ahí no acaba la cosa… No, no…
Creo que Spotify ha sabido escuchar a sus usuarios y que gracias a eso ha podido detectar que había muchos que utilizaban su app móvil. ¿Y qué hicieron? Pues limitar el número de canciones que puedes pasar en su versión móvil y reservar el modo sin conexión para la versión premium. ¡Toma con Spotify!
Esta distribución de funcionalidades es muy inteligente. Los usuarios mobile normalmente escuchan la música fuera de casa: en el gimnasio, conduciendo… ¿Y a quién no le ha pasado que estás a tope en el gym con tu música más animada y de repente suena una lenta, pero ya no la puedes pasar? Y si no… Cuando se te gastan los datos a mitad de mes…
¿Verdad que son cosas que fastidian? Pero claro, tampoco son limitaciones que van a impedirte probar Spotify porque total… Es gratis. Probablemente lo probarás en tu casa desde tu ordenador y lo único que soportarás es la publi. Pero a eso ya te has acostumbrado de la radio y a caballo regalao, no le mires el diente, ¿no? Tampoco es para tanto…
Pero luego resulta que te enganchas a Spotify: tienes toda tu música ahí y te la quieres llevar de paseo en el móvil y entonces… ¡Zas! ¡Limitaciones que fastidian mucho y que pueden hacer que al final te plantees adquirir el premium! Me quito el sobrero, Spotify.
¿Te das cuenta de que el reparto de funcionalidades entre la versión free y premium de Spotify no está hecha al tuntún? Nace de un proceso de observación y escucha profunda del comportamiento de los usuarios en la plataforma. Probablemente también harían varios experimentos y pruebas hasta dar con la clave… ¿Y cómo se llama eso? Exacto, Growth Hacking.
¿Pues sabes qué? En todo lo que he contado, ¿sabes dónde está la esencia del Growth Hacking más puro? En la frase “te enganchas a Spotify”. La verdadera esencia del Growth Hacking está en implementar muchas pequeñas mejoras que te hagan experimentar el verdadero valor del producto, desde la versión free, hasta que pagarlo sea tu sueño y no un fastidio… ¿Me sigues?

Disclaimer, que te veo venir

¿Verdad que es chulo el modelo de Spotify? ¿Verdad que tiene todo el sentido del mundo? Quizás ahora incluso te estés planteando introducir el modelo freemium en tu negocio, pero echa el freno que te veo venir.
Cuando leas sobre un caso de éxito, ejemplo, hack o técnica de Growth Hacking, recuerda que el Growth no se reduce al hack o técnica anecdóticos que les han funcionado a tal startup. No todos los hacks y técnicas funcionan en todos los negocios porque cada caso es un mundo.
Primero, ni la startup, ni el sector, ni el mercado, ni la competencia, ni el producto, ni el público objetivo son los mismos. Cada negocio es único y la clave del crecimiento para cada empresa puede estar en lugares diferentes. El Growth Hacking es un trabajo individualizado.
Segundo, las técnicas y hacks suelen dejar de funcionar cuanto más se usan. Por ejemplo, Hotmail multiplicó su crecimiento gracias a escribir el mensaje “Obtenga su correo electrónico gratuito en Hotmail” en el pie de sus emails. Sin embargo, aplicando este hack hoy en día probablemente no se conseguirán los mismos resultados que entonces.
Por tanto, recuerda que hacer Growth Hacking no es copiar el hack o la técnica que le ha funcionado a otro solo porque sí. Es tener un sistema de trabajo y una mentalidad orientados a detectar nuevas formas y oportunidades de crecimiento que no se han aprovechado.

Recursos para aprender Growth Hacking

Si después de conocer un poquito más de qué va esto del Growth Hacking te apetece aprender un poco más sobre cómo se hace y cómo aplicarlo, aquí te dejo algunos recursos que te pueden venir bien.

La categoría “Growth Hacking” de mi blog

En mi blog tengo una categoría sobre Growth Hacking en la que voy escribiendo artículos relacionados con el tema. Creo que te pueden ayudar a aprender un poco más y a empezar a aplicar el Growth Hacking en tu proyecto. Éstos son algunos de mis posts favoritos:
Si te gustan y te resultan útiles, puedes suscribirte a través de este enlace para no perderte ningún artículo nuevo. Y además tengo regalitos para ti jejeje

Growthhackers.com

Si vas bien de inglés, ésta es sin duda una de las web de referencia en el mundo del Growth Hacking. De hecho, su CEO es el mismísimo Sean Ellis.
Te recomiendo que estés al tanto de los artículos que van compartiendo en su directorio de posts. Es genial para no perderte el contenido más fresco sobre Growth Hacking.

Conclusiones

¡Puf! Más de 2.000 palabras llevo ya… ¿Has llegado hasta aquí? ¡Madre mía, tú sí que eres crack! Hoy date un premio que te lo has ganado. Por ahora vamos a dejarlo porque tengo que ir a mirar el móvil, no vaya a ser que cuando active las notificaciones se haya acabado el mundo y yo no me haya enterado jajaja
Espero que este post te haya resultado útil para entender qué es el Growth Hacking… Quiero que sepas que en 2019 vas a ver mucho Growth Hacking en este post. Que lo sepas…
Pero ya sabes que ahora es tu turno… ¿Estás de acuerdo con mi definición del Growth Hacking? ¿Qué habilidades crees que debería tener un buen profesional del Growth Hacking? ¿Sobre qué áreas del Growth Hacking te gustaría que hablase? ¿Te molaría que compartiese mis experiencias trabajando para mis clientes? ¿Crees que Carrie Mathison se come dos limones antes de cada rodaje? ¡Cuenta, cuenta!

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